jueves, 16 de enero de 2014

Le digo a mi hijo



Quienes se dedican al arte muchas veces no conocen el peligro en el que viven, y lo que es peor aún: saberlo conlleva quedarnos sin artistas. Dicho así quizás no se entienda por eso quiero compartir este poema del escritor cubano Luis Rogelio Nogueras (1944-1985), uno de los exponentes de la poesía conversacional cubana.
Le digo a mi hijo
(sobre una idea de Brecht)
Arvo Zip: 72 años.
Sus obras fueron publicadas por Ross & Japlan,
con prólogo del gran Uleg Gosho.
Se voló los sesos en su cuarto del Hotel Potwi
porque ya lo había abandonado la inspiración.
Dejó carta.

Elodika Amenidofflas: 35 años.
Obtuvo el codiciado Premio Yami de Oro
por sus actuaciones en el filme Bolbe IK Sardaz.
Murió por sobredosis de barbitúricos.
Últimamente tenía problemas con los productores
a causa de los primeros planos.
No dejó carta.

Lim Pocmio: 48 años.
Maître del Naktional Simbeck Ballet Grupi
Fue apuñalado por un bailarín del cuerpo de baile
a la salida del aeropuerto de Candysburg.

Walaz Telemaco: 51 años.
Escultor laureado con la Orden Oaszith de Primer Grado.
Murió aplastado por una roca
cuando trabajaba en su Monumento a Brancusi.

Vefargo Maddo: 39 años.
Poeta.
Su libro La edad que viene
mereció el Premio Rilke.
Murió de un infarto
mientras hacía el amor
con una joven admiradora de sus versos.

Por eso yo siempre le digo a mi hijo:
estudia matemática, hazte agricultor o militar
porque el arte
mata.