En un trabajo muy interesante sobre los
trastornos causados por el consumo de alcohol, cuyo abuso puede devenir
enfermedad aguda o crónica, llama la atención el uso de dos palabras que
expresan las consecuencias que trae esta adicción: disartria y nistagmo.
Ambas provienen del griego;
la primera está compuesta por el prefijo dis-
que significa dificultad o anomalía y ἄρθρον, articulación, y se usa en la medicina para referirse a la incapacidad
de articular correctamente las palabras y en padecimientos de enfermedades
nerviosas; la segunda procede de νυσταγμός, adormilarse, y también
se usa en la medicina para referirse a la anterior acepción y a afecciones del
sistema nervioso.
¡Valla cosa que encontramos al leer! Como se aprecia, son palabras que no
utilizamos con frecuencia, pues se requieren conocimientos temáticos particulares
de los campos médico, psicológico, cultural, etcétera.
muy interesante no sabia eso.
ResponderBorrarComo ya publiqué en un comentario fantasma que nunca se visualizó por la necedad informática del acredor. (palabras sanas que quede claro), me parece súper interesante el lanzamiento de este blog por parte de mi amigo José Angel. Creo que es una deuda saldada con la carrera de Filología española que estudiamos. El hecho de prestarle atención etimológica a las palabras es más que curioso, científico y emprende la batalla de este camino del saber lingüístico poco explorado en la contemporaneidad.
ResponderBorrarCon respecto a esta publicación solo tengo que decir que me plugo mucho porque conozco personas cercanas que han sido víctimas de tales consecuencias. Valedero el acercamiento a las lenguas clásicas!!! Gracias por iniciar este espacio! Un servidor y colega, Yosbel