Especial uso ha tenido la
raíz griega —λογíα (—logía) utilizada
en la formación de palabras que nombran con función similar a la acepción de la
lengua griega: tratado, estudio o ciencia, tanto las disciplinas como las ciencias.
De aquella
lengua nos llegan palabras como filología,
psicología, antropología, neurología,
gerontología, entre otras, que se van cargando de significaciones hasta
perder los rasgos de este sufijo griego. Por ejemplo, etimológicamente, paidología equivale a la ciencia de la
paidogogía, que estudia la educación de los niños en su etapa de tres a seis
años; sus especialistas son paidólogos.
Las sorpresas
que la lengua española reserva son extraordinarias, por eso no se debe descuidar
el estudio de las lenguas clásicas —todo lo contrario—, como afirma la lingüista
y académica Dra. Susana Carreras, autora de un sistema educativo de superación
en latín para profesionales de la Botánica: «El estudio de las lenguas clásicas
constituye un recurso sumamente útil para la buena comunicación». ¿Alguien lo
duda?